LA LECHE Y PILUSO

Comienzos de la década del ‘80. Canal 11 pone en el aire al Capitán Piluso. El éxito de las meriendas de finales de los años ‘70 volvía más renovado. Nuevas aventuras, nuevos personajes, un disco y hasta un super héroe argentino: Pilusman.

Yo no sabía qué poderes tenía Pilusman, si volaba, si tenía algún arma o para qué servía esa lucecita que estaba arriba de su cabeza. Me divertía, simplemente eso. Me acuerdo que a Piluso y a Coquito los ataban “Los Fascinerosos” (uno de ellos Fernando, hijo de Alberto) y al rato que los delincuentes se iban, llegaba Pilusman y los liberaba. Claro, yo era chico y al principio no entendía cómo hacía Olmedo para “liberarse a sí mismo”. De por sí ya era traumático ver a El Chavo y a El Chapulín Colorado juntos en aquel capítulo donde el Chapulín llega a la Vecindad. Ahhh pero me avivé!!! Un día vi que cuando llegaba Pilusman, Piluso estaba de espaldas. Y esto se repetía. Claro, era un doble (Chiquito Reyes no es ningún gil de goooma vaaaamosss!!!!). A veces, para simplificar la cosa, Piluso escapaba primero.

Aquel programa tenía también al Robot Lucrecio, un “Arturito” argentino. Y canciones, muchas canciones, (“Pilusmán… Pilusmán… es amigo de los chicos… de Piluso y de Coquito… nuestro amigo Pilusmán…”) sketchs y la impronta genial del Negro. Es que Alberto Olmedo tenía, sin dudas, un carisma muy especial. Muy pocos actores lograron capturar tanto a chicos como grandes. Con sus guiños cómplices y zarpados, se ganó a los adultos. Con su ternura y carisma, a los chicos. Parecería amplio el abismo entre el Capitán Piluso y el Manosanta. Sin embargo, el Negro siempre se las ingenió para hacernos reír. Es poco o nada lo que resta decir de él que no lo haya manifestado alguien.

Piluso no les hablaba con eufemismos a los chicos. No tenía una pose, era simple, como el tío canchero que esperábamos que viniera de visita para alegrarnos. Era tierno sin ser meloso ni falso; era zarpado sin ser malhablado ni maleducado. El equilibrio de un enorme actor. Cuando se volcó a hacer “No toca Botón” (programa del cual ya hablaremos más adelante), su carrera llegó al cénit, a la consagración. Pero por otro lado, El Capitán ya no volvería. Y se lo extrañó mucho, como dice esa obra de arte hecha canción, “Tema de Piluso”, del gran Fito Páez: “No hay merienda si no hay Capitán”.

Entre las “perlitas” de hoy vemos el disco de Pilusman (arriba, material propio); la contratapa del disco, con la imagen de Piluso, de Coquito y Lucrecio, y de la pata del “Perro Chihuaua” un animal gigantesco del cual veíamos sólo eso, su pata. Estaba encerrado en un receptáculo gris (abajo, material propio). Y dos perlitas más: Piluso en historietas!!!. Sí, Cielosur Editora puso a la circulación en 1979 una revista llamada “Las aventuras del Capitán Piluso”. Abajo vemos una página en donde están dibujados Piluso y Coquito (material propio). y la última, un aviso del programa de Piluso de 1981, de la revista “Andanzas de Patoruzú” (material propio) cuando el programa iba a las 17.30 hs. Cada tanto, en TELE RETRO cerraremos los posts con un aviso o una publicidad retro. Piluso es quien la inaugura hoy.

A Olmedo se lo valoró más después que se marchó. Si bien es cierto que este tipo de cosas son frecuentes tanto en el mundo del espectáculo como en la vida misma, también es oportuno decir que muchos no creíamos que ese tipo tan genial… se iba a ir tan pronto.

Gus

Publicidad retro: el aviso de Piluso, desde la revista "Andanzas de Patoruzú" (1981)